El llamado "crak" de 1929, la profunda crisis de la economía capitalista
que asoló el centro de los países imperialistas, EEUU, Alemania,
Francia, Gran Bretaña, etc., mostró otra vez la naturaleza antisocial,
inhumana y bárbara de este modo de producción condenado por la Historia.
De 1929 a 1932 el volumen de la producción industrial de los EEUU cayó
casi a la mitad y el de Alemania en un 40 %. En ese mismo periodo fueron
arrojados al paro de 15 a 17 millones de obreros norteamericanos. En
Alemania en 1932 el paro afectaba al 44 % de los afiliados a los
sindicatos.
La policía británica apalea a los obreros parados
Mientras tanto tenía lugar en abril de 1929 la XVI Conferencia del
Partido Comunista (Bolchevique) de la URSS que acordaba que la
producción industrial crecería 2,8 veces y la producción particular de
la industria pesada 3,3 veces. Decidió asimismo que el sector socialista
de la producción llegaría al 92 % de toda la economía, las áreas de
siembra de los koljoses (cooperativas campesinas soviéticas) serían de
20 millones de hectáreas y la inversión para el quinquenio se elevaría a
64.600 millones de rublos (en el quinquenio anterior fueron de 26.500
millones). En un año la producción de la gran industria aumentó 25 % y
de la industria pesada un 31 %.
La productividad en el trabajo aumentó un 13 %. Un millón de haciendas
campesinas pobres y medias se integraron en los koljoses. Cada 24 horas
durante el primer plan quinquenal se ponía en marcha una empresa
industrial por término medio, se creaban 2 sovjoses, 1 o 2 estaciones
móviles de tráctores y unos 115 koljoses. Para 1931 el desempleo había
desaparecido por completo de la gloriosa URSS y únicamente apareció tras
el derrocamiento del sistema socialista en 1992. De 1929 en adelante la
única economía del Mundo libre de la crisis económica fue la soviética.
El Partido bolchevique dirigido por Stalin y otros grandes comunistas
(Kalinin, Orjonikidzé, Frunze, Derzinsky, Molotov y tantos otros)
dirigió la mayor gesta industrial realizada por el ser humano destinada a
su bienestar, igualdad, progreso y desarrollo
"¡A la secquia tambien la venceremos!"
Lo que ocurrió en 1929 evidenció para siempre la superioridad absoluta del socialismo sobre el capitalismo
A partir de 2009 el capitalismo vuelve a hundirse en una crisis
espantosa. La diferencia es que la contrarrevolución consiguió
temporalmente liquidar el socialismo en la URSS y en la mayoría de los
países del CAME (excepto Cuba y Vietnam). Esta tragedia no modifica ni
altera lo que acabamos de afirmar: la clara y rotunda superioridad del
socialismo como sistema infinitamente mas humano, social y democrático.
Traduccion: En la primera imagen la de ariba aparece la mano roja representando a la clase obrera, sosteniendo un libro en el cual pone Planes Quinquenales, y debajo pone año 1928. Delante del libro aparece un capitalista riendose y le salen de la boca "fantasias, males y utopía". Y la imagen de abajo representa el gran salto en esos cinco años de la industria sovietica. Y traduccion de algunas frases es: "URRS" "Socialismo" "Economia Planificada" "Planes Quinquenales",etc.
El proceso de industrialización
desarrollado durante la década de 1930 fue un éxito extraordinario
elevando a la URSS al nivel de las grandes potencias industriales
capitalistas . La industrialización sacó a Rusia de un atraso económico
de varias décadas con respecto a los países capialistas más fuertes y,
de paso, demostró la validez de la teoría comunista, supuso la
construcción de un gran número de grandes fábricas, altos hornos,
embalses y refinerías de petróleo. El objetivo era incrementar año tras
año la producción, no sólo cumpliendo sino aún superando los Planes
Quinquenales fijados desde el gobierno. El paro desapareció y los
obreros espontáneamente comenzaron a trabajar los sábados gratuitamente
para ampliar el bienestar de toda la sociedad.
El dominio de la propiedad socialista
sobre los medios de producción permitió comenzar la industrialización
del país por la industria pesada y no por la ligera, como solía ocurrir
en los países capitalistas. El sistema socialista de economía permitió
movilizar al máximo todos los recursos internos y orientarlos al fomento
preferente de la gran industria maquinizada.
Durante los años de los planes
quinquenales de la preguerra fueron creadas nuevas ramas de la
industria: la fabricación de tractores, automóviles, productos químicos,
máquinas herramienta, aviones, etc. Fueron puestas en explotación miles
de fábricas. Las nuevas empresas pasaron a desempeñar el papel
fundamental en el volumen global de la producción industrial. Ya en
1937, más del 80 por ciento de toda la producción correspondía a las
nuevas empresas o a las reformadas radicalmente durante los dos primeros
planes quinquenales.
Gracias a la realización del programa de
industrialización de la URSS, merced al cumplimiento de los dos primeros
planes quinquenales, el país dejó de ser atrasado y fundamentalmente
agrario para convertirse en una gran potencia industrial. La producción
de la gran industria pasó del 42’1 por ciento del total de la producción
del país en 1913, al 77’4 por ciento en 1937. Hacia fines del segundo
plan quinquenal, la URSS pasó a ocupar el primer puesto en Europa y el
segundo en el mundo por el volumen de producción industrial.
El desarrollo exitoso de la
industrialización en la URSS acabó con la contradicción entre el poder
político más avanzado del mundo y la atrasada base técnica y económica
que había legado el zarismo.
Ante el descenso de la productividad
agraria a finales de la década de los veinte, Stalin reaccionó con el
abandono de la NEP y el inicio en 1929 de un programa de colectivización
acelerada, dirigida contra los kulaks.
En respuesta, muchos hacendados quemaron
sus cosechas para evitar la incautación del Estado, pero la política
socialista del gobierno acabó imponiéndose en medio de una áspera lucha
de clases en la que participaron millones de campesinos hambrientos.
La Unión Soviética experimentó un
espectacular florecimiento económico que constrastaba con la crisis de
1929 y la decadencia de todo el sistema capitalista.
A partir del primer plan quinquenal se
produce el gran salto económico de la Unión Soviética. Entre 1928 y 1937
la vieja Rusia atrasada, campesina y semifeudal se transforma en un
poderoso Estado socialista industrializado. Se colectivizó la
agricultura y se crearon sectores industriales completos que hasta
entonces todavía no se conocían en el país. En el campo los koljoses
suponían ya el de las haciendas campesinas. Fruto del desarrollo
industrial, el campo se benefició entre 1933 y 1937 con más de medio
millón de tractores, 123.000 cosechadoras y 142.000 camiones.
La producción industrial creció un 120
por ciento entre 1932 y 1937, y casi se triplicó respecto a 1929. Si
recordamos el descenso de la producción industrial entre 1929 y 1933 en
Alemania (un 65 por ciento), Estados Unidos (un 64 por ciento) o Gran
Bretaña (un 88 por ciento), tendremos una idea mucho más exacta de la
situación que se estaba creando en el mundo. Por supuesto, mientras en
1933 Alemania tenía cinco millones de parados, Estados Unidos trece y
Gran Bretaña más de dos millones y medio, este fenómeno era desconocido
bajo el socialismo, que funcionaba a pleno rendimiento de sus energías
productivas. De este modo la Unión Soviética alcanzó la segunda plaza
entre las naciones industrializadas, tras los Estados Unidos en cuanto a
volumen de producción fabril, multiplicando por cinco las cifras
alcanzadas antes de la Revolución de Octubre.
jajajajaja
ResponderEliminarsi viene mañana el butanero dile que me deje dos bombonas y al vinatero medio litro de vino dulce, gracias angelico.
ResponderEliminarvale yo se lo dire manuela
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